IWC; esta marca lleva muchos años de experiencia a sus espaldas. No comprendemos que necesidad hay de aludir al machismo en esta circunstancia simplemente para anunciar un determinado modelo de reloj. ¿De verdad hay que referirse a los hombres para que compren ese reloj de manera machista y ofensiva hacia la mujer?
En la actualidad, hay numerosos anuncios publicitarios que aluden al machismo para anunciar sus productos, en ocasiones lo hacen sin ningún pudor, como es el caso del ejemplo que proponemos aquí, pero otras veces, esta reticencia se hace sutilmente, sin que el consumidor/a se de cuenta. ¿Por qué siempre que se realiza un anuncio que oferta productos de limpieza, o productos de cocina, comida, etc, siempre salen mujeres como las portadoras del producto? Las mujeres cuando ven estos anuncios, se ven reflejadas, asumen ese rol pero esto no debe ser así. Sin embargo si vemos a un hombre manejando un coche también lo vemos normal, adjudicamos el rol de conductor al hombre.
FACUA, que es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro, lleva desde sus comienzos en 1981 defendiendo los derechos de los consumidores; de esta manera, y sin excepción, esta organización denunció este anuncio. El instituto catalán de la mujer instó a la empresa “Intersa” a la retirada de este anuncio de relojes. El lema que podemos observar en la imagen dice: "Las mujeres fuman nuestros Cohiba. Pilotan nuestras Harley. Beben nuestros Lagavulin. ¡Que nos dejen por lo menos nuestros IWC!", y continúa con frases como "Su tamaño sólo admite muñecas poderosas" e "IWC. Desde 1868. Y mientras siga habiendo hombres". La empresa no sólo no retiró el anuncio, sino que continuó con anuncios similares, como uno con el siguiente texto: "Este IWC de titanio es duro. Especialmente con las mujeres. Sólo existe para hombres".
Ni las denuncias en contra de los anuncios machistas llegan a ningún lado, sólo en casos extremos y porque los medios de comunicación apoyan a esas denuncias; seguiremos viendo anuncios de este tipo como si tal cosa ya que estamos acostumbrados a este machismo creado en la publicidad.