Según estudios recientes (los cuales no quiero recordar), los niños pasan una media de horas muy elevada frente al televisor. Si a este hecho le sumamos la cantidad de anuncios que echan en la programación televisiva, podemos sacar la conclusión de que los niños ven muchas horas de anuncios.
Desde aquí queremos destacar los valores educativos que transmiten algunos anuncios, tanto en su faceta más positiva como negativa.